Durante muchos años, como Consorcio Papa Chile y en distintas instancias, hemos levantado la voz de alerta acerca del potencial peligro, que las enfermedades cuarentenarias de la papa representaban, si no tomábamos consciencia de los errores que estábamos cometiendo, en todos los planos, y que favorecían su diseminación. Hoy ese peligro es una realidad alarmante y ya no resiste análisis ni se puede ignorar.
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Fuente: Austral de Osorno